Hojaldre de pollo al curry

Receta perfecta para una cena
rápida o como entrante con una pequeña ensalada, sorprende su sabor y es muy
fácil y barata de realizar.

Receta para cuatro personas si es
para entrante acompañado de ensalada y para dos como plato único.

Ingredientes

1 zanahoria.

1  ajo.

2 pequeñas chalotas o una cebolla
tierna.

2 cm de jengibre fresco.

3 cucharadas soperas de tomate
frito de calidad.

250 gr. De pechuga de pollo.

1 rollo de hojaldre.

1 cucharada y ½ de curry en polvo
de calidad; se puede utilizar en pasta 
comprado en  tiendas asiáticas especializadas,
pero suele ser mucho más picante; aquí es un poco al gusto si te gusta bien de
curry le vas añadiendo al gusto.

Sal y pimienta (estos básico aquí
cobran importancia porque el secreto está en que esté perfectamente sazonado,
hay que ir constantemente probando conforme incorporamos el curry , el jengibre
la pimienta y la sal, para no pasarnos en ningún sabor y todo esté
equilibrado).

1 yema de huevo para dorar el hojaldre
(no aparece en la foto).

Utensilios

Papel para horno.

1 pincel para pintar el hojaldre.

1 picadora robot (sencillo nos
facilitará el trabajo para no tener que ir picándolo a mano).

1 rallador  para la zanahoria. 

Opcional: un corta pasta para
darle forma, pero se pueden hacer saquitos, triángulos, etc….

Al ataque

Pre-calentamos nuestro horno a 205
grados con la bandeja menos alta dentro de el para que esta esté bien caliente.

Rallamos la  zanahoria con un
rallador por los agujeros más gordos.

Rallamos el jengibre lo más fino
posible, para que integre bien en la preparación.

Cortamos el pollo en cuadrados
gordos, pelamos el ajo  y lo cortamos en
gordo, pelamos las chalotas y las cortamos en grueso, todo esto lo añadimos a
nuestra picadora y lo picamos al gusto, si te gusta más fino  o más gordo, si te gusta con trozos más
gordos deberías picar la cebolla y el ajo aparte para que se quede muy muy fino
y no se aprecien los trozos que darían una textura desagradable en boca.

Ponemos una sartén al fuego con
un chorro generoso de aceite y hacemos revenir la carlota y el jengibre sin que
se queme, seguidamente echamos el picado de pollo, ajo y chalota y le dejamos
que todo cueza en la sartén unos 5 minutos, seguidamente echamos el curry poco
a poco para no pasarnos y mezclamos bien para que todos los sabores se
impregnen; echamos el tomate, mezclamos y a partir de  aquí poco a poco añadiremos sal, pimienta y rectificamos
de curry hasta que esté a nuestro gusto, seguidamente lo sacaremos del fuego y
lo reservaremos en un recipiente que no sea la sartén para que coja la
temperatura ambiente más rápido. No os preocupéis si algún ingrediente no está
del todo cocido , porque en el horno se terminará de hacer.

Damos forma a nuestro hojaldre,
en este caso yo he optado por un corta pasta con forma “canaleada”, pueden ser
saquitos, triángulos, cuadrados etc… ahí vuestra imaginación y vuestro medios,
lo importante es sellar bien los bordes para que no se abra en la cocción del
horno. Rellenamos con una porción generosa de nuestro pollo al curry y cerramos
con otro círculo sellándolo bien para que no quede aire en el interior y quede
bien cerrado. Trabajamos siempre sobre papel de horno porque el hojaldre ya no
se podrá manipular, en cuanto le pongamos el relleno al estar caliente vuelve
muy blanda la pasta, así que del pintado al horno directamente.

Para que el hojaldre esté hecho
por todas las partes y crujiente lo importante es que el pre-calientamiento del
horno se realice con la bandeja dentro para que esta se caliente lo máximo posible,
con una tabla de corte fina que pasaremos por debajo del papel de nuestros
hojaldres (como si fuese una paleta de pizzero) introducimos delicadamente en
el horno nuestros hojaldres sin que estos se rompan; los dejaremos  6 minutos a 205 grados y a partir de ahí
bajaremos el horno a 175 y lo dejaremos 12 o 15 minutos más o hasta que estén
bien dorados.

Solo nos queda sacarlos del horno
y degustarlos calientes.

Están riquísimos, además de ser
muy fácil de hacer y muy barato.