Pastilla de Trucha de los fiordos con trigueros, tomate y confitado de kumquat al cardamomo y jengibre!! Sin palabras.

 

Unos de mis platos favoritos son las pastillas o Pastela y las tajines orientales, siempre que tengo ocasión, y a mis invitados se que les gusta, me lanzo, no ha todo el mundo le gusta los contrastes de sabores de dulce, salado y especiado, a mí es que me gusta todo y más cuando la mezcla es sutil y bien armonizada, en esta ocasión me he lanzado con una pastilla fresca, equilibrada sin sabores muy marcados, pero guardando el espíritu de la pastilla (originariamente suele ser de pollo y bien de canela con frutos secos) esta es un poco a mi manera de normal tienen más carácter, pero en casa nos ha encantado.
Ingredientes para una  pastilla de 4 a 6 personas, dependiendo si es plato principal o entrante, se puede hacer de manera individual y es realmente sorprendente.
Antes deciros que un toque de canela le iría perfectamente, como lo hago en casa y tengo gente que no le gusta “nada” la canela, así que lo he omitido, pero no tengáis miedo en echarle, canela, cúrcuma o algo de curry e incluso algún fruto seco molido, el resultado será igual de sorprendente o más.
700 gr de trucha de los fiordos (se puede utilizar salmón perfectamente) utilicé la trucha porque en la pescadería tenía una pinta estupenda; ojo sin espinas.
1 manojo es espárragos trigueros (solo utilice las puntas y un poco más, el resto se puede guardar para una revuelto o crema).
15 o 20 tomates cherry.
15 o 20 kumquats. (son ecológicos y en este caso de cosecha propia).
Jengibre al gusto, en mi caso unos 2 cm de raíz.
2 cucharaditas de piñones.
1 cucharada de miel.
1 cucharada de azúcar moreno.
5 hojas de salvia fresca (en este caso vienen de mi jardín)
8 o 9 hojas de albahaca frescas (en este caso también de mi jardín).
12 granos de Pimienta roja, esto es al gusto.
3 semillas de cardamomo peladas y extrayendo las semillas interiores, también es al gusto.
2 cucharadas de aceite de avellana.
PARA LA CONFECCION DE LA PASTILLA
6 hojas de pasta filo.
30 gr de mantequilla .
2 yemas de huevo.
Utensilios

Un molde para horno de unos 30 cm aprox.
Al ataque

Antes de empezar deciros que os lancéis con esta receta, no tengáis miedo a la pasta filo, se trabaja fácil y
los resultados son buenísimos.
Lavamos nuestros kumquats y  los cortamos en rodajas bien finas quitándole las pepitas, los ponemos en una cacerola con la miel, el azúcar, jengibre al gusto picado fino ; 1 cm aprox; 1 vaina de semilla de cardamomo (o dos según el gusto) bien machacado, dos hojas de salvia y una tacita de agua (el agua no debe de ser mucha, la suficiente pero que no llegue a cubrir los kumquats, los ponemos a fuego medio fuerte y a confitar; cuando estén hechos una compota los reservamos.

 

 

 

 

 

 

Machacamos las bayas rojas (en este caso utilicé mezcla de pimientas) y el cardamomo restante y las reservamos.

 

Tostamos los piñones y los reservamos,.
En una sartén y con un poco de aceite de avellana y ligeramente salpimentados salteamos la punta de los
trigueros y reservamos.

 

En la misma sartén salteamos el tomate cherry con un poco de aceite de avellana y ligeramente salpimentados, en cuanto estén ligeramente pochaditos añadimos la trucha en dados gruesos, el jengibre y las especias machacadas y salteamos ligeramente la trucha debe quedarse poco hecha por dentro, ya fuera del fuego añadimos la albahaca picada,  el resto de hojas de salvia picada, los trigueros que reservamos anteriormente, los piñones tostados y el kumquat confitado, reservamos la preparación.

 

 

 

 

 

Precalentamos el horno a 180grados.
Atacamos nuestra elaboración de pastilla, en primer lugar pincel y fundimos la mantequilla poco a poco en el microondas sin calentarla en exceso, batimos nuestras dos yemas de huevo y reservamos.
“Pintamos” nuestro molde la mantequilla y delicadamente colocamos una hoja de pasta filo de manera que una de sus esquinas  cubra más allá de un cuarto del molde, seguidamente pintamos la parte superior de la hoja, procedemos de la misma manera con tres hojas más siempre pintando entre una hoja y otra con mantequilla, la idea es crear una superficie lo más consistente posible (4 hojas superpuestas en la base) para que la pastilla se tenga  bien.

 

 

Procedemos a verter nuestra preparación encima de las hojas filo que hemos preparado, añadimos otra hoja de pasta filo por encima de nuestra preparación, pintamos con mantequilla y cerramos nuestra pastilla, en esta ocasión (y no se ve en las fotos) las puntas de nuestras hojas que tenemos en exceso, una vez plegadas encima de la pastilla, las pintaremos bien con yema de huevo batido para que peguen bien, finalizamos todo con una hoja entera que cubrirá nuestra pastilla y le dará un aspecto liso y bonito, esta última que remeteremos bien la pintaremos por encima (y muy bien pintada) con yema de huevo, para que coja un aspecto dorado y este todavía más crujiente.

 

 

 

Horneamos la pastilla a 180 grados durante unos 25 o 30 minutos, hasta que este doradita, con cuidado la
sacamos del molde y comerla sin demora.

Os aseguro que el crujiente de la pasta filo y el frescor y dulzor sutil de la preparación es un bocado increíble, os animo a realizarla porque os sorprenderá, lo tiene todo, crujiente, sabroso, con toques especiado, ligeramente dulce salado, es una explosión de sabores.

 

Ya me contaréis , con esta receta a triunfar  y sobre todo a disfrutar!!.
Un abrazo.

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