Ma Khin Café, agradable sorpresa!!
Viva la crisis y la madre que la parió, el sábado nos decidimos a buscar un sitio donde comer; pero no para
alimentarse única y exclusivamente, sino para disfrutar y para que nos sorprendan, claro “pensat i fet” no suele salir bien el tema, así que después de varias tentativas de reserva en varios restaurantes, el conocido y estupendo Apicius, el fantástico Japonés Nozomi, el sorprendente Canalla Bistro y dos más que ahora no recuerdo, pero que tengo apuntados como “próximos”, nos quedamos sin mesa, todos
ellos llenos (salvo uno que cierra los sábados mediodía). Válgame Dios! Ya me veía por ahí improvisando, hasta que una vocecita en mi mente me recordó el Ma Khin Café en el subsuelo del Mercado de Colon, paso todos los fines de semana por allí, pero a veces lo que tienes al lado no le das importancia, además que siempre he pensado que era más cafetería, al ver las tartas en el escaparate y los botes de confitura.Busqué su web, vi la carta y me pareció muy apetecible, así que reservamos y allí que nos fuimos . Estaba a tope pero con la llamadita anterior pudimos adelantarnos a la marabunta, por fin sentamos en una mesita de dos (aunque eramos dos y la peque estábamos muy cómodos), Ufff ya me veía buscando otra alternativa, no me apetecía, la verdad.
alimentarse única y exclusivamente, sino para disfrutar y para que nos sorprendan, claro “pensat i fet” no suele salir bien el tema, así que después de varias tentativas de reserva en varios restaurantes, el conocido y estupendo Apicius, el fantástico Japonés Nozomi, el sorprendente Canalla Bistro y dos más que ahora no recuerdo, pero que tengo apuntados como “próximos”, nos quedamos sin mesa, todos
ellos llenos (salvo uno que cierra los sábados mediodía). Válgame Dios! Ya me veía por ahí improvisando, hasta que una vocecita en mi mente me recordó el Ma Khin Café en el subsuelo del Mercado de Colon, paso todos los fines de semana por allí, pero a veces lo que tienes al lado no le das importancia, además que siempre he pensado que era más cafetería, al ver las tartas en el escaparate y los botes de confitura.Busqué su web, vi la carta y me pareció muy apetecible, así que reservamos y allí que nos fuimos . Estaba a tope pero con la llamadita anterior pudimos adelantarnos a la marabunta, por fin sentamos en una mesita de dos (aunque eramos dos y la peque estábamos muy cómodos), Ufff ya me veía buscando otra alternativa, no me apetecía, la verdad.
Una vez sentado hubo un poco de lío entre nuestro camarero y la que nos sentó, tardaron un poco más de lo habitual en atendernos, incluso atendieron alguna mesa posterior antes que la nuestra, pero nada que no le puede pasar a cualquiera, enseguida se solucionó y todo fue como la seda.
Tengo que decir que el sitio es bastante grande y abierto, no es que sea acogedor para estar en parejita, pero sí cómodo y con una decoración muy cuidada, te sientes muy a gusto. La cocina abierta siempre me gusta y aquí está toda a la vista.
Nuestra intención era pedir «picoteo» un poco de aquí y de allí para probar; mientras nos decidíamos nos sirvieron como detalle de la casa un vasito con licuado de pepino, leche de coco, aceite sésamo y sésamo negro (si no me equivoco) bastante bueno, le faltaba frescor y la leche de coco estaba muy presente; esto hace que en boca se note una sensación rancia, ligera pero no del todo agradable; se dejaba tomar, más
fresquito mejor.
fresquito mejor.
Empezamos con una ensalada de Hinojo, granada y calamares a la sal y pimienta (no se que es realmente a la sal y pimienta, parecían a la plancha y con sal y pimienta, pero…). La ensalada muy buena, bien cargada de hinojo (me encanta), llevaba también taquitos de pepino, calamares tiernísimos (muy en su punto), cebolla morada, cebollino ……. y sorpresa!!! Nada de granada como yo la esperaba ver, natural con sus granos explotando en mi boca, quizás el polvo rojo fuese granada, pero me recordaba más a la remolacha deshidratada que a algún tipo de preparación de granada deshidratada, todo ello con una salsita blanca como hilo conductor muy ligera y refrescante.
Realmente nos encantó la ensalada, la cual me apunto para hacer en casa, pero esta vez con remolacha en polvo deshidratada y granos de granada natural e incluso un pequeño toque de lima rallada al último momento. Si váis al Ma Khin café, este tenéis que probarlo!, delicioso.
Le siguió un Satay de gamba asiática (4 gambas), este fue el que menos me gustó, ya cuando lo pedí sabía que así sería, la gamba se queda seca (no por la cocción; que estaba correcta; sino por la materia prima, al estar congelada es más difícil sacar una gamba rica) aunque la salsita equilibraba esto, aquí no engañan a nadie por el precio que tiene no te esperes gambas frescas (que por otra parte sería un crimen ponerle toda esa salsa) como picoteo y jugueteo no está mal, el sabor es agradable y los encurtidos están de vicio, estupendo toque. A la próxima emitiré mis reservas para volver a pedirlo, aunque si me ponen un platito con los encurtidos, no diré que no.
Croquetas de pollo clásicas (pone eso en la carta) muy buenas, cremosas por dentro y crujientes por fuera, como debe de ser una buena croqueta, muy sabrosas y realmente caseras de realización, pero no caseras de sabor, tenían un toque oriental que no supe definir, no me desagradó (creo que era convaba) , al revés!, las sirvieron con una mayonesa de albahaca. Este muy rico también.
El plato estrella fue el curry de pato vindaloo con arroz basmati, (aquí mi discrepancia con la definición vindaloo, un vindaloo debería llevar más acento a chilli picante, pero bueno el picantito lo aportaba lo que pareció ser unos granos de mostaza) El pato estaba muy jugoso con una salsita deliciosa y con toque picante agradable para cualquiera, el arroz basmati me encantó, me gusta ese arroz tostado con un poco de cúrcuma, a la próxima lo volveré a pedir. Excelente!!. La cocción del pato magnífica y el corte también (parecía ser medio magret).
No tenía más hambre pero no pude resistirme a probar la ostra con espuma de coco y granizado de maracuyá, Bueno una ostra buenísima y de altísima calidad con espuma de coco y …… Sin granizado de maracuyá, parecía que había algo de pulpa de maracuyá o similar pero muy poco (en la foto se aprecia) una pena porque con un toque de granizado hubiese estado genial, se salva que la ostra era espectacular y la espuma de coco le daba un toque muy peculiar, de este me hubiese comido tres. Repetiré, a ver si a la próxima se acuerdan del granizado. La presentación muy cuidada.
Para la peque una hamburguesa deliciosas con una patatas buenísimas. Nada que objetar.
Nos gustó mucho que nos ofrecieran como bebida una alternativa a la Coca Cola, un tipo de cola con jarabe orgánico y para la peque un zumo de piña Casero que estaba delicioso, aunque no todo era piña (evidentemente) y los nanos eso lo notan a la legua, así que agua para la nena.
Zumo de piña (con algo más, parecía apio o manzana) muy rico.
En resumen, el sitió nos gusto mucho, la comida también, la materia prima es de calidad y la presentación muy cuidada; a mejorar en mi humilde opinión, la organización de las mesas en sala y sus camareros asignados, las faltas de ortografía en la carta (perdón pero me duelen los ojos cuando las veo) y sobre todo, lo que más me interpeló fue la denominación de los platos en carta con el plato servido (no me encajaba lo que ponía con lo que servía, siempre había algo de más o de menos, una pena porque todo estaba muy bueno tal cual), la granada, el granizado de maracuyá, vindaloo, calamar a la sal y pimienta, gambas asiática y croquetas caseras (que caseras y buenísimas estaban pero el sabor por lo que entiendes como casero no es ese, aunque te gustarán y mucho) todo esto no estaba fielmente representado en el plato ( repito y lo peor de todo es que la calidad y el saber hacer estaba en el plato y no en la denominación).
Sin duda volveremos porque ofreció calidad, confort y cuidada presentación, además de estar en nuestro
radio de acción. Genial tener un sitio así cerca.
radio de acción. Genial tener un sitio así cerca.
Hasta la próxima visita.
Ir que es muy recomendable.
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