Saiti, buen producto, experiencia a medias.
Restaurante Saiti, ubicado en el centro de Valencia y colgando de las manos de Vicente Patiño como chef, ofrece en su carta una propuesta gastronómica variadísima y en el “papel” bastante sorprendente por la mezcla de productos de arraigo local con otros traídos de bien lejos.
Aterricé en Saiti después de una insistente tormenta de información que me iba llegando de todas partes, contándome sus inolvidables platos y sorprendentes sabores, quizás por eso, por las expectativas tan altas, tuve alguna que otra decepción.
El local
Muy original, acogedor, te sientes como en casa, estupendos libros de cocina (tienes los imprescindibles, no puedes evitar ojearlos) en estanterías, mesas robustas y ambiente amigable. Cocina abierta al comedor, este punto siempre me gusta.
La Carta
Como he comentado amplísima propuesta, con títulos sorprendentes y que dan ganas de hincar el diente a todo lo que allí reza, croquetas, rustido de alcachofas y sepionet, ostras, escabeches con toques de capellanes, gamba y bleda, navaja con leche merengada ….. y un largo ect…
Cuenta con don tres propuestas de menú, uno de formato pequeño “menú Saiti” otro menú “VP” y otro “NA GERMANA”, recomendaron el VP o carta, el Saiti se quedaba corto. Al final carta y elegir a tu antojo.
Como aperitivo de espera, ponen unos encurtidos muy equilibrados y muy adictivos, pero al fin y al cabo encurtidos sin un “plus”, eché de menos unos “amuse bouche” más elaborados, algo para la espera y estoy seguro que en Saiti saben cómo hacerlo, y muy bien, la espera con los encurtidos no está mal , aunque a mi parecer, un poco sencilla, el recibimiento en una mesa marca el inicio optimista de una buena sesión gastronómica.
Entrantes
Vieira en salazón, holandesa de tocino y limón, tirabeques
La vieira es acierto seguro, su textura y sabor sutil es un garante de existo, en ocasiones crees que ya no te puede sorprender, pero esta vez, sí nos sorprendió, la dulzura y sutileza de la vieira se mezclaba con la también sutil holandesa de tocino, toque justo de comino y raspadura de lima, todo ensamblado hacía una mezcla espectacular, la cual ganaba protagonismo en boca con el crujiente del tirabeque. Platazo.
Ostra con merengue de codium, manzana y hierbaluisa.
El concepto en el papel parecía estupendo, pero fue la gran decepción de la noche y nos cortó el entusiasmo que llevábamos en el primer plato, el merengue de codium es fuertísimo de sabor, hiper yodado el merengue que debería contra-restar esa potencia, solo aparece como textura, todo sabía a alga fuertemente y rozando lo desagradable en boca, la ostra que estaba debajo era de altísima calidad, la manzana quería equilibrar toda esa potencia pero solo lo conseguía muy sutilmente, mi mujer solo se comió la ostra y limpió todo el merengue, yo me lo comí todo, me gustan todos los sabores, pero este plato se debería avisar de su sabor yodado, rozando lo amargo/salado. Decepción, se torcía la curva de la felicidad.
Croquetas de Jamón y ajos tiernos.
Muy bien realizadas, bien liquidas por dentro (una delicia de textura) de sabor potente, eché en falta al protagonismo del ajo tierno. Croqueta muy buena sin sorpresa añadida.
Albóndigas de bellota, curry verde de hierbas y celerí
Presentación magnífica, albóndigas de pequeño tamaño en un “caldo” al curry de hiervas con taquitos de la raíz del apio “celerí”; muy utilizado en Francia y aquí poco a poco se incluye en los platos (en puré está de vicio); todo ello con una lluvia de bastoncitos “coupe en allumette” de manzana verde, la idea es original y sabrosa, la mezcla de sabores sorprendentes, nos gusto mucho, pero…. Demasiado potente el sabor de la carne, la manzana lo suavizaba pero otra vez nos encontramos con la potencia en el sabor, a mi gusto más equilibrado sería un plato genial, de diez. Nos gustó, pero se notaba la personalidad del chef en las bolitas.
Pasamos a los platos principales
Pichón de Mont Royal, guiso de lentejas y hongos,
Adicto al buen pichón, no puede resistirme, Carne de pichón de extremísima calidad, bien reposado, demasiado marcado incluso pensé que se podría haber pasado en la cocción, pero no (estaba al límite de la perfección, lo normal es más sonrosado por dentro) el acompañamiento de lentejas muy sabroso, bien cocinado y con el toque potente que nos venía persiguiendo toda la noche. Calidad del producto inmejorable, ejecución muy correcta, sabor riquísimo del acompañamiento, pero potente.
Bacalao confitado
Plato de mi mujer, productazo, taco magnífico, confitado perfecto y un acompañamiento sorprendente y riquísimo, una especie de guiso con apio, pasas y piñones (por lo poco que pude probar)…. Aunque….. fuerte en sabor, no sé si son las especias o las reducciones, pero todo está elevado a la potencia en sabor, debe ser la marca del chef. Riquísimo.
Postre
Albaricoque asado, tomillo, haba tonka
Aquí, ningún pero, equilibrio perfecto, nada de sabores potenciados y todo en armonía, albaricoque con un toque justo a tomillo, con sorbete de albaricoque y la nota que te hacía que todo esto fuese una fiesta en la boca era el haba tonka, crujiente y sorprendente. Postre exquisito.
En resumen
Mano expertas, con producto de altísima calidad y sabores sorprendentes pero en ocasiones falta de equilibrio en las propuestas, lo que desmerece (en mi humilde opinión) parte del trabajo.
Las cantidades no son muy generosas, eché en falta algo más de producto en cada plato (salvo en las albóndigas y en pescado) por lo que la nota va subiendo si quieres saciarte.
Desde luego daremos otra oportunidad a Saiti porque el buen hacer está ahí y creo que a la próxima resetearemos y empezaremos de nuevo.
Reseña para un licor que probé en Saiti “Carmeleta” licor de naranja, delicioso, muy recomendado.