Tarta de endivia braseada y queso raclette

 La receta más sencilla que he
colgado hasta el momento y  una de las
más sabrosas; esta receta es un guiño a mi gran amigo y gran chef  Christian  y a su mujer Chantal que realizan una parecida
y que yo hasta el momento  era reacio a
realizar porque las endivias  siempre las
he comido en frío, hasta que las probé en su casa y me encantaron.

Ingredientes

7 u 8 endivias.
1 Pasta Brisa para la masa (la
podríamos elaborar nosotros, pero eso ya sería más laborioso, aunque un día le
dedicaremos una receta a esta masa base que casera esta muchísimo más rica que
las ya preparadas).
270 gr. De queso raclette. (en Francia
tenemos mucha más elección, que si de leche cruda, que si suizo, más hecho
etc.. en España salvo tiendas especializadas estamos más limitados, aunque se
encuentra muy fácilmente en cualquier supermercado; yo utilizo para esta receta
uno que ya viene pre-cortado, lo que me facilita mucho el trabajo.
1 “nuez” de mantequilla y un
chorrito de aceite.
1 cucharada y ½ de azúcar.
½ vaso de agua.
Sal y pimienta.
Utensilios

1 molde para tarta .
Bolas de cerámica para la cocción
o alubias secas (que harán de peso para que no se levante nuestra masa en la
cocción en blanco).
Al ataque

Pre-calentamos nuestro horno a 200
grados.
Presentamos nuestra masa en la
fuente para tarta con papel de horno por bajo, pinchamos con un tenedor la base,
cortamos otro con la forma del fondo de la tarta; importante apretar bien los
bordes para que las paredes con el primer golpe calor no se caigan; y colocamos
nuestras alubias o nuestras bolitas de cerámica por encima para evitar que suba
la base.
Ponemos a cocer la tarta en
blanco (solo la masa) durante unos 15 o 20 minutos, hasta que veamos que la
masa esta doradita.

Mientras nuestra masa se cuece,
cortamos las endivias por la mitad, desechando las hojas sueltas o que estén
tocadas.

Ponemos una sartén al fuego con
la nuez de mantequilla y una vez derretida esta ponemos las endivias boca
abajo; por la parte del corte, la plana;  espolvoreamos con la cucharada de azúcar por
encima de estas, sazonamos de sal y pimienta y empezamos a brasearlas, las
dejaremos hasta que empiecen a colorear por debajo. Importante si vemos que
empieza a secarse mucho la sartén y corremos el riesgo de que empiece a
quemarse el azúcar o los jugos, añadiremos un poco de agua para desglasar, se
añade muy poca la justo para evitar que se queme la preparación pero que no
llegue a cocer la endivia en demasía. Este proceso de desglasado se realizará
cuantas veces haga falta, yo en este caso lo he realizado tres veces si vemos
que se seca muy rápido bajamos el fuego un poco.

Cuando dando la vuelta a una
endivia veamos que ésta ya a tomado color le daremos la vuelta; solo se le da
la vuelta una vez ya que con el calor debemos manipularlas lo mínimo posible
para que no se rompan o se deshagan; procedemos de la misma manera pero esta
vez echaremos un chorrito de aceite de oliva y el la ½ cucharada de azúcar y
braseamos la otra parte. Estamos atentos para desglasar el fondo si este corre
el riesgo de quemarse o si vemos que se queda la sartén muy seca (el desglasado
también ayuda a la cocción de la endivia) Si vemos que se nos quedan duras las pinchamos
con cuidado para que penetre mejor el calor y las podemos tapar unos 2 o 3
minutos, no más porque se nos cocerán y queremos que se nos queden braseadas no
cocidas. Una vez braseadas las reservamos para el montaje de la tarta.

Mientras tanto sacaremos nuestra
masa del horno ya pre-cocida, y dispondremos nuestro queso raclette en la base
(yo no le quito la piel ya que le aporta carácter a la tarta, pero si alguno le
gusta más suave de sabor se la puede quitar), seguidamente disponemos nuestras
endivias ya braseadas por encima . Particularmente no me importa que queden
braseadas pero un poco “crocantes” eso ya va en el gusto.

Horneamos todo a 180 grados
durante 15 minutos, el queso se fundirá y se fusionará con las endivias.

Es un sabor único ya que las
endivias le aportan ese toque de ligero amargor que contrasta con el poco azúcar
que hemos puesto y el sabor del queso raclette.
Es una delicia, fácil y que se
puede preparar cualquier noche para cenar .

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